Cuando corres, probablemente esperas sentir molestias como ardor en las piernas, hombros tensos o quedarte sin aire… pero el dolor de oídos no suele estar en lo más alto de la lista.
Sin embargo, el dolor de oídos al correr es bastante común y puede deberse a varios factores.
Sea cual sea el culpable, seguir corriendo con dolor de oídos puede empeorar el problema. Por eso, entender la causa y encontrar una solución es esencial. Y estamos aquí para ayudarte.
Hablamos con expertos en fitness y profesionales médicos para explicar:
- La ciencia detrás del dolor de oídos
- Las 9 causas más comunes de dolor de oídos mientras corres
- Cómo prevenirlas
Así que, ¡empecemos!
La ciencia detrás del dolor de oídos
El dolor de oídos suele deberse a un cambio de presión dentro del oído interno. Esto puede ser causado por diversas y a menudo sutiles fluctuaciones en nuestra biología y/o cambios en nuestro entorno.
Nuestros oídos son extremadamente sensibles y propensos a esos cambios de presión, que pueden ser desencadenados por muchas variables fisiológicas, como la tensión muscular, la restricción de los vasos sanguíneos, la acumulación de mucosidad, obstrucciones e incluso la salud intestinal.
Factores externos como el frío, rutas montañosas y cambios de altitud también pueden llevar a cambios de presión y dolor de oídos al correr.
Todos estos factores provocan que la presión se acumule en los tubos de Eustaquio de tus oídos. Estos conectan el oído con la parte posterior de la garganta y ayudan a mantener el equilibrio de la presión de aire en tus oídos.
La humedad atrapada por el sudor, las obstrucciones como la acumulación de cerumen y los cambios de temperatura pueden hacer que los vasos sanguíneos de tus oídos se dilaten o contraigan, lo que lleva a cambios de presión que desencadenan el dolor.
“El dolor de oídos después de correr ocurre porque las terminaciones nerviosas en los conductos carecen de la protección adecuada, por lo que se siente una reacción de dolor tras correr”, explica Emma Pyke, editora jefe de FitShape.
9 causas + Prevenciones para el dolor de oídos al correr
Ahora que entiendes un poco más sobre la ciencia detrás del dolor de oídos, es momento de profundizar en las causas y cómo prevenirlas.
#1: Mandíbula tensa.
“Existe un nervio prominente que corre desde la mandíbula hasta el tímpano”, explica Anthony Puopolo, director médico de RexMD.
“Si al correr aprietas la mandíbula, rechinas los dientes o flexionas los músculos faciales, podrías estar sobreestimulando este nervio y causándote dolor”, dice Puopolo.
Consejos para la prevención:
Intenta entrenarte para relajar los músculos faciales mientras corres.
Si comienza el dolor, reduce la velocidad, relájate y estira el rostro, inclina el cuello de lado a lado y vuelve a correr manteniendo la cara relajada.
“Para prevenir el dolor de oídos al correr, los corredores pueden masajearse los oídos antes de empezar, asegurando un buen flujo sanguíneo y liberando presión”, sugiere Danielle Edenworth, directora general de HealthyLand.
#2: Cambio de altitud.
Subir una colina o descender puede ser un reto para tus oídos. Las fluctuaciones en la altitud pueden causar que la presión del aire cambie más rápido de lo que tus oídos pueden igualar. Este efecto de presión puede ser incómodo e incluso doloroso.
Consejos para la prevención:
Intenta tragar o bostezar durante esos momentos críticos de cambio de altitud para ayudar a equilibrar la presión en tus oídos.
#3: Alergias.
Las alergias pueden provocar inflamación y acumulación de moco en los conductos auditivos, llevando al dolor de oídos. Este problema es común durante las temporadas de polen y también puede ocurrir por la exposición a alérgenos domésticos.
Consejos para la prevención:
Mantente alejado de los desencadenantes de tus alergias, y considera hablar con un médico sobre la posibilidad de usar antihistamínicos.
#4: Infecciones del oído.
Una infección del oído puede ser una de las causas más dolorosas de molestias auditivas al correr. Estas infecciones son a menudo el resultado de bacterias o virus que afectan el oído medio.
Consejos para la prevención:
Si sospechas que tienes una infección, busca atención médica. Mantener una buena higiene y evitar la exposición a enfermedades respiratorias puede ayudarte.
#5: Tensión muscular.
La tensión en el cuello o la parte superior de la espalda puede irradiarse hacia los oídos, provocando dolor. Esta tensión puede ser el resultado de una mala postura, especialmente al correr.
Consejos para la prevención:
Practica estiramientos regulares y ejercicios de fortalecimiento para el cuello y los hombros. Mantén una postura adecuada durante la carrera.
#6: Cerumen excesivo.
La acumulación de cerumen puede bloquear los conductos auditivos, provocando presión y dolor al correr. Esto es especialmente cierto si sueles correr con auriculares o cascos.
Consejos para la prevención:
Realiza limpiezas regulares de tus oídos (de manera segura) y evita el uso excesivo de objetos que puedan empujar el cerumen más adentro.
#7: Cambios de temperatura.
Los cambios bruscos de temperatura pueden afectar los tejidos en tus oídos y causar incomodidad. Esto es común cuando corres en condiciones climáticas extremas.
Consejos para la prevención:
Vístete adecuadamente para el clima y considera usar una banda para la cabeza o un gorro para proteger tus oídos del frío.
#8: Deshidratación.
La deshidratación puede provocar varios problemas, incluyendo una disminución en la producción de moco, lo que podría afectar la presión en los oídos.
Consejos para la prevención:
Mantente bien hidratado antes, durante y después de tus carreras.
#9: Estrés.
El estrés puede manifestarse de muchas maneras, incluida la tensión en la mandíbula, lo que puede aumentar la probabilidad de dolor de oídos.
Consejos para la prevención:
Practica técnicas de relajación como la meditación y la respiración profunda para reducir el estrés general.
Al comprender estas causas y aplicar las estrategias de prevención, podrás disfrutar de tus carreras sin el dolor molesto en los oídos. ¡Así que sal a correr y mantén tus oídos felices!
#2: Auriculares mal ajustados.
“Si tus auriculares no se ajustan correctamente, pueden causar irritación y malestar al ejercer demasiada presión en el canal auditivo”, dice Dr. Michael Newman.
“Es aconsejable evitar los auriculares y los cascos que reposan sobre tus oídos siempre que sea posible”, sugiere el Dr. Newman.
Consejos para la prevención:
Al comprar auriculares, busca aquellos que se ajusten firmemente a tus oídos y no se salgan fácilmente, pero que aún permitan el flujo de aire dentro y fuera de ellos en lugar de hacer un efecto de succión.
Algunas buenas opciones de auriculares incluyen los AirPods de Apple, Jaybird Vista 2 y Jabra Elite Active 75t.
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Además, limpia siempre tus auriculares después de usarlos para prevenir la acumulación de bacterias y, por ende, posibles infecciones en los oídos.
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#3: Música alta.
En cuanto a los auriculares, escuchar música alta también representa un factor de riesgo para desarrollar dolor de oídos al correr.
Escuchar música a un volumen elevado no solo es peligroso porque no puedes oír los sonidos que te rodean, como el tráfico que se aproxima, sino que también puede llevar a dolores de oído, ruptura de tímpanos e incluso pérdida auditiva.
La música alta puede dañar las diminutas células ciliadas y membranas en la coclea, un hueso dentro del oído interno.
Estas células vibran en respuesta al ruido y, cuando son sobreestimuladas, pueden sufrir daños permanentes.
Consejos para la prevención:
Evita escuchar música alta y sigue las advertencias de volumen en tu dispositivo de música.
Prueba escuchar podcasts o audiolibros en su lugar, lo que puede requerir un volumen más bajo, o considera correr sin música, lo cual según investigaciones tiene un efecto calmante además de muchos otros beneficios.
Alternativamente, intenta escuchar música solo en cada segunda carrera, alternando el uso de un solo auricular a la vez y manteniendo siempre el volumen bajo o incluso muy bajo.
#4: Aire frío.
Correr, especialmente durante períodos prolongados, puede hacer que tus vasos sanguíneos se contraigan, provocando una acumulación de presión y tensión en tus oídos mientras ejercitas.
“Correr en frío puede exacerbar esto, haciendo que los vasos sanguíneos en tus oídos se contraigan aún más”, explica Brian Paonessa, fundador y CEO de Fit Functional Nurses.
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“Las arterias que alimentan los oídos suelen contraerse debido al aire frío, causando una disminución en el flujo sanguíneo hacia el oído. El oxígeno puede acumularse en el oído interno, lo que provoca alta presión”, explica.
Consejos para la prevención:
Prueba usar orejeras, una cinta para la cabeza o un gorro al correr en clima frío para proteger tus oídos del aire helado.
También puedes intentar masajear los oídos durante tus carreras para estimular el flujo sanguíneo y aportar calor a esta área.
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#5: Cambio de altitud.
Un cambio de altitud también puede causar un aumento de presión en tus oídos.
Al igual que antes, esto provoca que tus vasos sanguíneos se contraigan, lo que a su vez ejerce presión sobre tus tímpanos, resultando en dolor al correr.
Consejos para la prevención:
“Intenta bostezar, tragar, masticar chicle o realizar otros ejercicios de liberación de la mandíbula para equilibrar la presión en tus oídos”, aconseja el Dr. Boyer. Relacionado: Guía de Entrenamiento a Gran Altura para Corredores
#6: Infección de oídos o alergias.
“Las obstrucciones en los tubos de Eustaquio, los pequeños conductos en los oídos que regulan la presión, causadas por infecciones de oído o alergias, pueden llevar a una acumulación de presión dentro de los oídos”, observa Dr. Daniel Boyer.
Estas molestias también pueden dar lugar al desarrollo de algunas condiciones del oído, como la fístula perilimfática (PLF), por lo que es importante abordarlas.
Consejos para la prevención:
El Dr. Boyer recomienda hablar con un farmacéutico o médico si sospechas que una infección de oído o alergia es la causa de tu dolor de oídos al correr. Algunos signos a tener en cuenta son:
- dolor dentro del oído
- temperatura alta
- náuseas
- falta de energía
- dificultad para escuchar
- secreción saliendo del oído
- sensación de presión o plenitud dentro del oído
- picazón e irritación en y alrededor del oído
#7: Acumulación de cerumen.
Otra obstrucción en los tubos de Eustaquio puede ser provocada por la acumulación de cerumen o sudor en el oído, cuyos síntomas incluyen mareos y vértigo si la obstrucción es severa.
Consejos para la prevención:
Puedes utilizar kits de eliminación de cerumen de venta libre o gotas para los oídos, como las de Oído de nadador, si sospechas que hay una obstrucción por cerumen o sudor.
Si eso no ayuda, busca la asistencia de un médico, ya que puede que necesites una limpieza profesional.
Mantén tus oídos limpios tomando una ducha caliente inmediatamente después de tus carreras, asegurándote de secar bien tus oídos con una toalla utilizando tu dedo índice, y trata de dormir en una posición erguida para aliviar cualquier dolor.
Para obtener un alivio inmediato, aplica una compresa tibia en tu oído con ligera presión.
#8: Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (GERD).
Puede que no esperes que la enfermedad por reflujo gastroesofágico (GERD) afecte tus oídos, pero alrededor de el 40 por ciento de las personas con GERD experimentan dolor de oídos durante el ejercicio; cuanto más vigoroso sea el ejercicio, mayor será la incomodidad.
La GERD causa acidez estomacal, donde el contenido del estómago asciende al esófago, provocando dolor en los oídos, así como tos, dolor de garganta y dolor en el pecho, ya que todas estas áreas están conectadas.
Consejos para la prevención:
“GERD puede ser muy serio e incluso llevar a una pérdida total de la audición, por lo que es crucial recibir tratamiento rápidamente si sospechas que es la causa de tu dolor de oídos”, dice el Dr. Shyam Kalyan.
Algunos síntomas de GERD a los que debes prestar atención son:
- Una sensación de ardor en el pecho (generalmente después de comer)
- Dolor en el pecho o dificultad para tragar
- Regurgitación de alimentos o líquidos ácidos
- Sensación de un bulto en la garganta
#9: Tímpano roto.
Un tímpano roto también puede ser la causa de tu dolor de oídos al correr. Sin embargo, si tienes un tímpano roto, el dolor persistirá incluso cuando no estés haciendo ejercicio.
Un tímpano roto ocurre cuando pequeñas lágrimas aparecen en el tejido delgado que separa el canal auditivo del oído medio.
Generalmente es causado por una infección del oído, cambios bruscos de presión, ruidos fuertes, trauma en el oído o cuerpos extraños.
Los tímpanos rotos no son comúnmente causados por correr u otras formas de ejercicio. Sin embargo, si tu tímpano se ha roto sin que lo sepas, el ejercicio puede empeorar la situación.
Consejos para la prevención:
Consulta a un médico que pueda evaluar la situación y prescribir gotas para los oídos que ayuden a sanar el tímpano rápidamente, para que te sientas mejor y puedas volver a las carreras.
Si después de intentar estos consejos tu dolor de oídos persiste o empeora, asegúrate de ver a un médico.
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