Existen algunas sensaciones curiosas que puedes experimentar al correr. Puede que sientas mareo o vértigo; picazón, y durante los entrenamientos intensos, una sensación incómoda de ardor en las piernas.
También es posible experimentar sensaciones extrañas en el gusto mientras corres.
Si alguna vez te has preguntado, “¿Por qué siento sabor a sangre cuando corro?”, no estás solo.
Un sorprendente número de corredores ha experimentado esa desagradable sensación de tener un sabor metálico en la boca al correr, a menudo descrito como un sabor a sangre. ¿Qué provoca ese sabor metálico en la boca mientras corres?
En este artículo, exploraremos las causas de por qué sientes sabor a sangre mientras corres y qué puedes hacer al respecto.
Hablaremos sobre:
- ¿Por qué siento sabor a sangre al correr?
- ¿Es malo tener sabor a sangre en la boca mientras corres?
- Cómo reducir la probabilidad de tener sabor a sangre en la boca durante el ejercicio
¡Vamos a empezar!
¿Por qué siento sabor a sangre al correr?
Puede ser tan inquietante como desagradable sentir sabor a sangre mientras corres o realizas cualquier otro tipo de ejercicio intenso. Sin embargo, la mayoría de los expertos en salud dicen que es un fenómeno bastante común entre los corredores.
Muchos corredores que experimentan el sabor a sangre en la boca mientras corren no ven sangre visible en su saliva, incluso si escupen.
Entonces, ¿realmente hay sangre en la boca? Si no es así, ¿por qué siento sabor a sangre al correr?
¿Qué causa el sabor metálico en la boca mientras corres?
El sabor metálico está asociado con el contenido de hierro en la sangre, por lo que, por lo general, cuando sientes un sabor metálico, es una señal de que hay algún nivel de sangrado en la boca o en las vías respiratorias.
Aquí hay algunas causas comunes del sabor a sangre durante el ejercicio intenso:
#1: Una infección oral
Es posible que una mala salud dental contribuya a ese sabor metálico en tu boca durante el ejercicio.
De acuerdo con la Cleveland Clinic, una mala higiene y salud bucal, como periodontitis, gingivitis, caries, descomposición dental e infecciones en los dientes, pueden contribuir a un sabor metálico en la boca.
Dependiendo de la gravedad de tu problema dental y de tu sensibilidad al gusto, estas condiciones pueden potencialmente causar un sabor metálico incluso cuando no estás corriendo o haciendo ejercicio.
Sin embargo, la intensidad del sabor probablemente aumentará durante el ejercicio, y algunas personas no notarán ninguna anormalidad en el gusto hasta que estén realizando un ejercicio intenso.
Esto se debe a que la actividad física aumenta la circulación, por lo que cualquier caries existente o bloqueo de las glándulas salivales puede hacer que sientas sabor a sangre una vez que el flujo sanguíneo se intensifica.
#2: Piedras salivales
Una posible causa de un sabor metálico en la boca durante el ejercicio son las piedras salivales.
Al igual que los cálculos renales o los de la vesícula biliar, las piedras salivales son acumulaciones de minerales en los conductos salivales, que causan un bloqueo o incluso una infección.
El ejercicio aumenta la circulación, la producción de saliva y la velocidad y fuerza de la respiración.
Esto pone en movimiento la saliva y la sangre, por lo que, si tienes un conducto salival bloqueado o infectado, es posible que experimentes un desagradable sabor metálico proveniente del conducto infectado mientras corres.
#3: Síndrome de Boca Ardiente
Además de los problemas dentales, algo conocido como “síndrome de boca ardiente” puede provocar que sientas sabor a sangre en la boca cuando corres.
Aunque no es muy común, esta condición médica se caracteriza por una sensación de ardor crónico en la boca, junto con otros síntomas como un sabor amargo o metálico, según la Mayo Clinic.
#4: Respirar con Dificultad
Podría ser simplemente el esfuerzo de respirar rápidamente durante tu sesión de velocidad lo que está causando ese sabor a sangre en la boca.
Durante el ejercicio intenso, el líquido se acumula en los pequeños sacos de aire en los pulmones llamados alveolos, en lo que se conoce como edema pulmonar leve.
Además, el ejercicio aumenta la presión pulmonar, lo que puede hacer que los glóbulos rojos se filtren hacia los alveolos, donde se lleva a cabo el intercambio de aire y gases.
Los glóbulos rojos en los alveolos pueden estallar debido a esta presión aumentada durante el ejercicio, liberando ese sabor metálico de la sangre que puedes percibir al inhalar y exhalar con fuerza.
Cuanto más fuerte respires, mayor será la presión en tus pulmones, y más intenso podría ser el sabor.
#5: Membranas Mucosas Irritadas
En particular, cuando haces ejercicio en clima frío o a altitud, las membranas mucosas de tu nariz, boca y pulmones pueden irritarse.
Esta situación empeora cuanto más fuerte respiras, por lo que si estás corriendo intensamente en el invierno, las delicadas membranas mucosas pueden dañarse.
Este daño puede hacer que los pequeños capilares de tus vías respiratorias, boca, nariz y pulmones se rompan, lo que puede llevar a un sabor metálico en la boca mientras corres.
#6: Acidez
La acidez, el reflujo gastroesofágico (ERGE) o el reflujo ácido pueden provocar un sabor metálico en la boca debido al ácido que sube desde el tracto gastrointestinal.
Durante el ejercicio, esto puede empeorar debido al aumento de la presión intraabdominal y al esfuerzo.
Además, si corres poco tiempo después de comer, es más probable que experimentes reflujo ácido mientras corres.
El sabor metálico probablemente vendrá acompañado de hinchazón, sensación de indigestión y posiblemente gases o eructos.
¿Es Malo Sentir Sabor a Sangre en la Boca Mientras Corres?
En la mayoría de los casos, sentir sabor a sangre en la boca mientras corres es desagradable, pero no es algo de lo que debas preocuparte, especialmente si tienes buena salud y practicas una buena higiene bucal.
Sin embargo, existen situaciones en las que un sabor metálico en la boca debería alertarte para buscar atención médica.
Por ejemplo, si el sabor metálico persiste después del ejercicio y se mantiene durante otras partes del día, podría indicar un problema de salud subyacente.
Asimismo, si el sabor a sangre mientras corres va acompañado de otros síntomas, como dolor dental, debes buscar consulta dental.
Finalmente, si también estás escupiendo sangre visible mientras corres o después de tu entrenamiento, o si no te sientes bien, es buena idea consultar a tu médico para descartar otras posibles causas.
Aunque no es raro sentir sabor a sangre en la boca durante el ejercicio vigoroso, en raras ocasiones también puede ser un indicio de problemas de salud más graves como problemas hepáticos o renales, diabetes, problemas cardiovasculares e incluso ciertos tipos de cáncer o diabetes no diagnosticada.
Por lo tanto, si tienes alguna inquietud o antecedentes de otras condiciones crónicas de salud, es recomendable mencionarlo a tu médico.
Cómo Reducir la Probabilidad de Sentir Sabor a Sangre en la Boca Durante el Ejercicio
Además de buscar atención dental para posibles caries o infecciones, los siguientes consejos pueden ayudarte a reducir el riesgo de experimentar un sabor metálico en la boca durante el ejercicio:
Baja la Intensidad
En la mayoría de los casos, sentir sabor a sangre en la boca mientras corres es un efecto secundario de respirar con fuerza.
Si disminuyes la intensidad de tu entrenamiento, respirarás con menos fuerza. Esto, a su vez, reducirá la presión en los pequeños sacos de aire de los pulmones, disminuyendo la fuga de glóbulos rojos y la posterior lisis de las células.
Usa un Buff
Si estás corriendo en el frío, usa un buff o una mascarilla sobre la nariz y la boca para ayudar a calentar el aire antes de que llegue a tus vías respiratorias.
Enfócate en respirar por la nariz en lugar de la boca, ya que las fosas nasales calientan, humedecen y filtran el aire, mientras que la boca carece de estas capacidades.
Respirar por la nariz ayudará a reducir la irritación de las membranas mucosas, lo que puede prevenir daños y microfiltraciones de sangre.
En general, sentir sabor a sangre en la boca mientras corres suele ser una consecuencia benigna del ejercicio intenso, pero si te preocupa, intenta reducir tu ritmo para ver si eso lo soluciona.
Si es así, puedes sentirte más seguro de que tu cuerpo simplemente está trabajando duro. Sin embargo, no dudes en comentarlo con tu médico si tienes inquietudes.
