Si eres corredor, es casi seguro que has lidiado con ampollas en algún momento.
Algunos somos más propensos que otros, pero sin importar si corres un 5K o una ultra, las ampollas en los pies pueden aparecer sin previo aviso.
A veces las anticipas, pero en otras ocasiones te sorprenden, obligando a muchos corredores a llegar cojeando a la meta.
Sin embargo, ¡las ampollas no son inevitables!
Para que se desarrollen, las ampollas necesitan tres factores: calor, fricción y humedad.
Al reducir estos tres elementos, podemos disminuir significativamente el riesgo de que se formen ampollas durante una carrera.
Así que, aquí te dejo todo lo que necesitas saber sobre las temidas ampollas.
Un pie feliz y libre de ampollas (no tuvimos el corazón para mostrarte una ampolla en su máximo esplendor).
¿Qué son las ampollas?
Las ampollas son bolsas de líquido que se forman en la capa externa de la piel.
A menudo parecen burbujas o protuberancias, y la mayoría están llenas de un líquido transparente. En algunas ocasiones, pueden estar llenas de sangre.
¿Qué causa las ampollas en los corredores?
Estas dolorosas burbujas se forman principalmente por la fricción entre tu piel y el calcetín. Tu cuerpo responde a esta fricción acumulando líquido. Este líquido continúa formándose hasta que se acumula bajo la capa más externa de la piel, creando una burbuja.
El calor y la humedad aumentan la fricción, lo que, desafortunadamente para muchos corredores, es algo muy común.
Así que, si sudas mucho o corres bajo la lluvia, tienes más probabilidades de desarrollar ampollas.
También podrías sufrir ampollas si tus zapatos no te quedan bien. Si son demasiado pequeños o los atas con demasiada fuerza, tus pies se rozarán contra los zapatos, lo que provoca ampollas.
Por otro lado, si tus zapatos son demasiado grandes, tu pie se deslizará demasiado dentro del calzado, creando fricción y, lo adivinaste, ¡más ampollas!
¿Cómo deben los corredores tratar las ampollas?
La mayoría de los profesionales de la salud recomiendan no tocar la ampolla.
Las ampollas pequeñas suelen desaparecer en un día, y las más grandes suelen reducirse después de un par de días.
Lo mejor es dejar la ampolla intacta porque el líquido y la piel elevada protegen la piel que está debajo.
Si revientas una ampolla, las bacterias que viven en la superficie de la piel pueden entrar en el área expuesta y provocar una infección.
Sin embargo, a veces las ampollas se revientan solas o el dolor es tan intenso que te impide caminar o correr. En ese caso, puedes reventarla, pero es crucial usar una aguja esterilizada. Puedes pasarla por una llama, limpiarla con alcohol o hervirla. Luego, haz pequeños agujeros para que el líquido pueda drenar.
Ya sea que la ampolla se haya reventado sola o la hayas reventado tú, asegúrate de cubrirla con un vendaje para mantenerla limpia y evitar infecciones. Esto también evitará que se forme una nueva ampolla en la piel expuesta.
También puedes aplicar algún medicamento antibacteriano, como Neosporin.
Solo asegúrate de cambiar el vendaje con regularidad y mantener el área limpia hasta que la piel se haya curado por completo.
¿Cómo pueden los corredores lidiar con ampollas mientras corren?
Si necesitas correr pero ya tienes una ampolla, existen algunas medidas que puedes tomar para evitar que reviente mientras corres.
La primera es invertir en moleskin.
Recorta un agujero en el moleskin del tamaño de la ampolla y colócalo alrededor de la misma. Luego, puedes cubrir toda el área con un vendaje. Puedes usar tiritas o cinta KT diseñada específicamente para ampollas. En una emergencia, ¡algunos corredores prefieren usar cinta adhesiva! Esto debería amortiguar la zona lo suficiente como para evitar que se infecte.
Si desarrollas una ampolla mientras corres, puedes seguir corriendo siempre que el dolor no sea demasiado intenso.
Si llevas contigo moleskin o cinta, puedes detenerte y tratar el área afectada de inmediato. De lo contrario, no fuerces tu cuerpo.
Si sientes mucho dolor, ¡detente! Ve a casa, descansa y trata la ampolla como hemos descrito antes.
Si estás en medio de una carrera importante y la ampolla te molesta, dirígete a la carpa médica. Allí deberían tener los suministros necesarios para vendarte rápidamente y permitirte continuar.
¿Cómo pueden los corredores prevenir ampollas?
Existen varias formas de prevenir ampollas al salir a correr.
La primera es invertir en el equipo adecuado.
Invertir en calcetines de buena calidad puede marcar una gran diferencia en la prevención de ampollas.
Busca calcetines que absorban la humedad, especialmente si sudas mucho. Estos ayudarán a mantener tus pies más secos durante la carrera. Los calcetines para correr suelen no tener costuras, lo que significa que hay una superficie menos para causar fricción. Algunos corredores prefieren usar calcetines de doble capa para que la única fricción que experimenten sea entre el calcetín y el zapato.
Invierte en calcetines de dedos
¿Sufres de ampollas entre los dedos?
Elimina cualquier roce entre los dedos con un par de calcetines de dedos. Su diseño tipo guante aísla cada dedo, lo que evita que se formen ampollas.
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Una vez que tengas buenos calcetines, es hora de conseguir unas zapatillas adecuadas.
Si no has visitado una tienda especializada en running para que te hagan un análisis de tu pisada, te lo recomendamos encarecidamente. Los empleados de estas tiendas suelen ser corredores y pueden ayudarte a entender cómo deben ajustarse y sentirse tus zapatillas.
Cuando corres, tus pies se hinchan, y necesitas unas zapatillas que acomoden esta hinchazón.
La regla general es elegir zapatillas media talla más grandes que tu calzado normal, ¡pero es posible que necesites un número completo más grande!
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Ahora que tienes lo básico, hay aún más pasos que puedes seguir para prevenir ampollas, especialmente si eres particularmente propenso a ellas. Una opción es aplicar cinta kinseo, moleskin, y sí, incluso cinta adhesiva en las zonas donde sueles desarrollar ampollas. Esto reduce la fricción en esas áreas, protegiendo tu piel de las molestas ampollas.
Otra opción es utilizar lubricantes como Vaselina, Aquaphor o productos como Body Glide. Mantener tus pies bien lubricados disminuye la fricción y, por lo tanto, debería prevenir la formación de ampollas.
Sin embargo, ten cuidado de no aplicar demasiado lubricante, ya que podrías terminar resbalando dentro de tus calcetines. Si no te convence el uso de lubricantes, puedes optar por polvos o sprays diseñados para mantener tus pies secos. Te sugerimos probar ambas opciones para ver cuál funciona mejor en tu caso.
Finalmente, si te gustan las pedicuras o te las haces en casa, evita eliminar los callos de tus pies. Aunque no sean los más atractivos, estos callos ofrecen una protección natural que ayuda a prevenir ampollas en esas áreas.
Cómo vencer las ampollas
Las ampollas nos pasan a todos.
A veces quedas atrapado bajo la lluvia o te echas demasiada agua encima en un día caluroso.
La mejor protección es usar calcetines de dedos que absorban la humedad, como los Injinji, y asegurarte de que tus zapatillas te queden perfectamente ajustadas.
Sin embargo, algunos corredores son más propensos a las ampollas que otros, por lo que tal vez necesites confiar en lubricantes antirozaduras o polvos para tus carreras largas.
La buena noticia es que, aunque las ampollas puedan ser dolorosas, generalmente desaparecen solas después de uno o dos días.
Así que no te preocupes si necesitas tomar un día de descanso después de una carrera dolorosa y llena de ampollas.
¡Pronto estarás de vuelta corriendo como siempre!
Referencias:
https://www.healthline.com/health/blisters-on-feet#diagnosis
https://www.verywellfit.com/how-to-prevent-and-treat-foot-blisters-when-running-2911045
https://www.runnersworld.com/health-injuries/a19574724/blister-treatment-and-prevention/
https://www.active.com/running/articles/how-to-avoid-blisters-on-a-run