Rastrea millas, no likes.
En la última década, las redes sociales han invadido nuestras vidas de formas extraordinarias.
No solo han hecho el mundo más conectado, sino que también nos han brindado una herramienta que nos permite nunca estar solos.
El 80% de nosotros revisa sus teléfonos inteligentes antes de cepillarse los dientes por la mañana.
Y aunque Facebook, Twitter e Instagram se presentan como herramientas para el bien, los efectos que están teniendo en nuestras vidas son cuestionables. Y dependiendo de a quién escuches, podrían ser bastante perjudiciales.
Para algunos corredores y atletas, publicar en plataformas como Instagram y Twitter se ha convertido en una parte clave de su rutina de ejercicio, tan esencial como ponerse los zapatos para correr.
Pero quiero argumentar que estas plataformas no tienen en mente nuestro mejor interés, y que solo hay una red social que deberías usar diariamente.
Esa es Strava*.
Strava se autodenomina una red social de fitness.
Básicamente, rastrea tus actividades, ofrece una gama de herramientas de análisis y te conecta fácilmente con tus amigos para que puedan seguir el progreso de cada uno.
Eso es todo.
Entonces, ¿por qué deberías elegir Strava y deshacerte de tus otras aplicaciones de redes sociales?
Strava ha logrado construir una plataforma social basada en la actividad para atletas, con casi ninguna de las tácticas sucias de las grandes redes sociales.
Es un lugar al que acudir para compartir tus actividades y conectarte con otros atletas.
La única razón para estar allí es el ejercicio y la salud. Tiene un propósito claro, y ese es promover la actividad física.
Por eso me encanta.
* Existen otras aplicaciones populares de seguimiento de fitness como Nike Running Club, RunKeeper, Runtastic, y todas son buenas alternativas. Sin embargo, Strava es la más grande y, posiblemente, la mejor de todas, y es el rival más cercano a las grandes redes sociales en cuanto a captar nuestra atención.
El Lado Oscuro de las Redes Sociales
La persona promedio revisa su teléfono 47 veces al día.
Esto significa que miran su pantalla aproximadamente cada 20 minutos.
Esto no es casualidad: la mayoría de las redes sociales fueron diseñadas intencionalmente para ser adictivas. Incluso Sean Parker, el mayor inversionista temprano de Facebook, lo dice.
La adicción fue integrada en el diseño de estas aplicaciones con características como el flujo continuo de notificaciones, el desplazamiento infinito y el ‘botón de like’. Muchos de los ingenieros de software que ayudaron a desarrollar estas herramientas ahora admiten que fueron diseñadas para crear un hábito, generando una adicción.
¿Cómo nos afecta esto a nosotros, los usuarios?
Los estudios son desalentadores de leer. El uso habitual de las redes sociales conduce a ansiedad, tristeza y relaciones interpersonales más pobres.
Aunque intentemos justificar nuestro uso de las redes sociales, lo más probable es que estas plataformas tengan un mayor control sobre nosotros de lo que estamos dispuestos a admitir.
El Caso Ético a Favor de Strava
Aunque Strava comparte muchas herramientas y características con otras aplicaciones de redes sociales, al menos se enfocan en promover la salud y la actividad física. No hay memes interminables, ni noticias falsas; solo las actividades del usuario. Strava hace todo lo bueno que cada plataforma de redes sociales afirma hacer—conectarnos entre nosotros, esencialmente—mientras evita las prácticas siniestras en las que otras prosperan.
¿Qué quiero decir con esto?
Cada vez que navegas por Facebook, Twitter o Google (o Amazon, o YouTube), eres el objetivo de algunas de las tecnologías de marketing más avanzadas del mundo.
Al rastrear tu historial de navegación, hábitos y comportamiento en pantalla, estas empresas saben exactamente cómo dirigirse a ti de una manera que maximiza las posibilidades de que hagas clic en lo que sea que estén anunciando.
Esto suele ser un producto elegido específicamente en función del perfil que tienen de ti.
Los vendedores detrás de estos anuncios pagan bien a las plataformas por estos anuncios súper dirigidos.
Si pensabas que eras el cliente, piénsalo de nuevo.
Tú eres el producto.
Strava se diferencia de las compañías de redes sociales comunes en que no vende los datos de sus usuarios a terceros para publicidad.
Esto significa que no verás anuncios en Strava, ni siquiera en la versión gratuita.
Entonces, ¿cómo gana dinero Strava?
Tiene la suscripción premium Strava Summit, que cuesta entre $3 y $8 por mes, dependiendo de tu plan. Ofrece funciones adicionales de análisis y seguridad. En segundo lugar, su programa Strava Metro utiliza datos de los atletas que han optado por participar para trabajar con urbanistas en la mejora de la infraestructura. En otras palabras, una fuente de ingresos que mejora la sociedad de sus usuarios.
En tercer lugar, se asocia con marcas de fitness como LuluLemon para crear desafíos de fitness dentro de la aplicación, diseñados para complementar la experiencia del usuario.
Strava Para El Mundo
Strava es el lugar donde los atletas viven en línea.
Es donde Killian Jornet publicó su récord mundial de doble ascenso al Everest (#1, y #2).
Es donde puedes seguir cada paso de Nick Butter en su intento continuo de correr una maratón en cada país del mundo.
Y es donde yo voy para pequeñas carreras por Madrid y, de vez en cuando, publico fotos. La comunidad de Strava es formidable. Echa un vistazo a Strava Local, donde los atletas comparten sus rutas de carrera locales.
¿En una ciudad nueva? Ingresa y encuentra los mejores lugares para correr, recomendados por los expertos que viven allí.
O busca en Google #stravaart, y prepárate para sorprenderte con la dedicación de algunos atletas…
Cómo Abandonar las Redes Sociales Tradicionales y Adoptar Strava
Aquí te comparto mis consejos para rediseñar tu relación con las redes sociales, mejorar tu salud y disfrutar más de la vida:
1. Elimina todas las aplicaciones de redes sociales de tu teléfono
Puedes mantener tus cuentas abiertas, pero solo revísalas en tu computadora. Así no te perderás de nada importante.
Este pequeño paso elimina la tentación de ‘chequear’ cosas cada 20 minutos; cuando estás aburrido, cuando acabas de despertar, y así sucesivamente.
2. Establece un horario específico para ‘revisar’ tus redes sociales
Comprométete a revisar tus plataformas de redes sociales una vez al día en un horario determinado. Hacer un detox digital o eliminarlas por completo es probablemente la mejor opción, pero a menudo es un paso demasiado grande al principio.
En su lugar, reserva una ventana de tiempo para revisar tus cuentas de redes sociales y toma nota de cuánto tiempo pasas en ellas. ¡También observa mentalmente cuántas veces te encuentras atrapado en un agujero de redes sociales y olvidas por qué estás allí!
3. Instala el complemento de Chrome ‘Facebook News Feed Eradicator’
Este simple complemento (enlace) me ha devuelto incontables horas de mi vida. Lo único que hace es eliminar el feed de noticias de Facebook cuando estás en la pantalla principal.
Esto significa que cada vez que entras en Facebook, tu atención es mucho menos probable que se vea absorbida en un interminable scroll de cosas que no necesitas saber.
4. Usa Twitter e Instagram con intención
Si decides seguir utilizando plataformas como Twitter e Instagram, sé consciente de sus trampas y establece algunas reglas para su uso.
Por ejemplo, puedes decidir que quieres seguir utilizando Twitter para comunicarte con expertos en running o ver lo que una persona específica está compartiendo.
¡Cuidado con ser arrastrado a maratones de scroll! Lo mismo va para Instagram; muchas personas justifican su uso como un medio para construir su marca o compartir sus valores. En ese caso, no te dejes atrapar por seguir a cientos de personas o intercambiar follows y likes.
5. Usa los ‘likes’ con precaución
En Minimalismo Digital, Cal Newport describe cómo el botón de ‘me gusta’ es básicamente obra de un genio malvado. Es cocaína digital.
Además de estar diseñado para darnos pequeñas dosis de dopamina, el verdadero peligro del botón de ‘me gusta’ es que las personas comienzan a reemplazar la verdadera comunicación humana con un simple clic.
La próxima vez que estés a punto de hacer clic en el pequeño pulgar hacia arriba, piensa en escribir un comentario, enviar un mensaje directo o incluso llamar a la persona en su lugar.
6. Únete a Strava y lánzate de lleno
Instala la aplicación de Strava y empieza.
Añade a tus amigos.
Si tus amigos no están en Strava, añádeme.
Sal a correr un par de veces, revisa tu esfuerzo relativo.
Toma fotos; yo lo hago, y luego disfruta viendo tus carreras.
Corre con amigos y etiquétense en sus actividades.
Únete a un desafío.
Inicia sesión en Strava desde tu computadora y diles qué zapatos estás usando para correr, así puedes rastrear la distancia recorrida.
Con estos pasos, espero que empieces a reducir tu actividad en las redes sociales tradicionales y comiences a hacer de Strava tu principal plataforma de redes sociales.
Cuenta las millas, no los likes.
Si esta publicación ha encendido tu entusiasmo por reducir el uso de dispositivos y redes sociales, te recomiendo encarecidamente el libro de Cal Newport Minimalismo Digital – inspiró muchas de mis reflexiones al respecto.